¡Por el derecho de beber!
La Municipalidad provincial de Arequipa está obligando a todos los que pisen la Ciudad Blanca a ser cristianos por Semana Santa. Resulta que se ha promulgado el Decreto de Alcaldía 006-2010, que prohibe el consumo y la venta de bebidas alcohólicas por Semana Santa.
Fuera de bromas, el alcalde Simón Balbuena está violando el principio del estado laico, dándole, otra vez, la potestad a la Iglesia Católica de influir sobre todos los que no creemos en ella. La argumentación es espantosa:
...en el propósito de conservar el orden y la preservación de la seguridad, a fin de garantizar que la celebración de los actos religiosos se lleve a cabo en un clima de meditación y espiritualidad y dentro de los lineamientos señalados por la fe religiosa.
O sea, además todos tenemos que celebrar los actos religiosos de una iglesia en la que no creemos. Está bien que los cristianos, por decisión propia e individual, elijan no beber en estos días que celebran la Semana Santa. Pero el resto de nosotros, individuos no creyentes, de otras religiones o cristianos que quieren tomarse unos días de licencia no tenemos por qué vernos afectados por esas decisiones.